Jandra Insaurralde: La escritora con la ternura de una nube

Jandra vive en Sáenz Peña, es escritora, tiene 25 años. Fue finalista del concurso "Itaú de Cuento Digital" en 2012 y también en el concurso de microcuentos "Chaco el secreto de argentina" en 2017. Sus poemas fueron publicados en la antología de la SADE-Chaco 2018. Obtuvo el 2do lugar con un relato en el concurso "Voces otras, mundos nuevos", organizado por el Poder Judicial en el 2019. Participó en diversos eventos culturales. Es difusora de artistas locales con ARTESULI, compone canciones, hace artesanías y posee un emprendimiento familiar.  

  • Publicó el poemario en formato digital "SETLIST" en mayo del 2019.



HEAVEN 

Sentir el peso del cielo sobre la panza 
y el vuelo de mil pájaros alrededor del ombligo. 
Tener entre los dedos el paraíso 
rozar, tocarse, temblar, 
enamorarse aunque no convenga. 
Saber que el universo nace en una risa 
y que el mundo cabe en la mirada. 
Descubrir la realidad en un millar de fantasías. 
Perder la cordura, a la locura encontrarla.
 
de SETLIST



LA ESCRITORA SE PRESENTA

"No me gusta levantarme temprano pero, si lo amerita, lo hago. Soy un poco exagerada, sensible y desubicada. No sé disimular. Me encanta el chocolate. Amo el invierno. Me cuesta hacer el bien que deseo y hago con facilidad el mal que no quiero. Soy de risa fácil, perdón y olvido. A veces me siento como un verso perdido en un libro viejo. 
Soy reservada y poco cariñosa. Bah, depende del día. No me gusta hablar con desconocidos (también depende). 
Soy extremista. Respeto las opiniones ajenas y disfruto de escucharlas pero casi nunca doy la mía. Sueño mucho, grande y lejos. 
Soy leal. Mis influencias son tanto de artistas universales como locales y autores que sigo en redes sociales como instagram."


Ya no sé qué hacer para que mi cuello 
no parezca una mezcladora de concreto
tengo la cabeza rellena de arena y de piedritas 
cierro los ojos y soy un caleidoscopio 
todo gira alrededor de la nada
de lo mismo
de siempre

Pierdo la forma
me deshago
me derrito como un heladito de dulce 
de leche a través de los días
nadie me rescata
ni me rescato sola
ya no sé qué hacer para que mi cuello
no parezca una mezcladora de concreto.


OTOÑO

Yo quería que seas mi abrigo de invierno,
que me des la mano,
pasear por la plaza,
que abras mi jaula,
que me veas pajarito.

¿No te parecen tristes las hojas bajo nuestros pies?
¿y esta lágrima solitaria 
que te dejo en el pañuelo?
¿no te parece triste el último abrazo
que no sabe que fue el último abrazo?
¿y esa cartita que no salió de tu bolsillo?

Mirá,
vuelven las gotas hijas de la tormenta,
oigo precipitarse la lluvia
sobre este amor con piel de caramelo
-¿no te parece triste?-
nos olvidamos de traer paraguas.
Mirá:
caen las gotitas,
llega la tormenta.

Hay un charco de amor en mis zapatos.


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